Thursday, June 29, 2006

CHAPTER II. LA VERDAD, ¿REALMENTE ESTÁ ALLA AFUERA?


Cada Persona es un Mundo, similar a la frase que dice que cada cabeza lo es. Por eso cada tragedia es personal y se vive en muchas ocasiones en soledad. Cada comedia también lo es, pero de alguna manera la sublimamos al colectivizarla, la tratamos de inmediato de comentar, de compartir. La tragedia no. Y como ya he dicho en el libro 1, las tragedias se manejan la mayoría, creemos, solas. Queremos evitar el reproche. Queremos evitar que nos hagan revisar conductas, que especulemos en lo que pudo haber pasado si nos hubiéramos informado mejor.

Todos haríamos lo mismo, querríamos evitar el regaño.

Y cuando van pasando los años las conversaciones, cuando se da la confianza, llegan a darse las pláticas de temas generales, que desembocan en temas particulares los cuales a su vez convergen en las historias personales. Ahí se escuchan los susurros, le pasó a alguien, le pasó a una amiga, me pasó a mí. Son las historias sentimentales nuestras. Las que se comentan, las que muchas duelen. De las que nadie muere, es verdad. Pero, ¡cómo duran en la memoria de las personas! Son las que forman la experiencia a la que se refería Wilde con su dicho de que “Experiencia es lo que llamamos a nuestros errores”.

Esto sucede con el paso del tiempo, esto sucede aún a la distancia. Son historias que se van guardando. Como ya mencioné que de repente uno escucha después, con los protagonistas cambiados. De alguna manera van llegando a lo mismo, a la confusión, a la decepción, al reproche interno.

Entonces llegamos a la siguiente premisa: Como hay muchos casos cerca, uno se autoinduce a pensar que hay muchos mas casos no tan cerca y muchísimos más, allá a lo lejos, de los cuales sería muy difícil que nos enteremos algún día.

Hombres y mujeres. Iguales pero diferentes. Con diferentes planteamientos, pero buscando cada quién su propio provecho, su propio felicidad, a través de los logros, a través de las recompensas justamente ganadas, a través de sus propios conceptos de lo que es bienestar, llámese reconocimiento, llámese beneficio económico, llámese tener una familia estable y contenta. Todo eso tiene sus relativismos, todo eso tiene sus fundamentos, y todo eso tiene sus justificantes y sus maneras de lograrlo.

Los tiempos cambian y las formas de lograr lo anterior también. Nos modernizamos en muchas instancias y en otras seguimos francamente igual.

Nos sentimos en la misma confusión. Buscamos información y en ocasión la que encontramos no nos basta. O la que encontramos no nos satisface, nos da mas confusión. Nunca encontramos lo que queremos. No sabemos si somos normales, no sabemos si lo que nos pasa cae dentro de la normalidad. No queremos sorpresas, mas que eso, queremos tranquilidad y saber que estamos dentro de la llamada “normalidad”.

Eventualmente esa confusión nos obliga a hacer algo: buscamos información a través de los medios de comunicación, en ocasión encontramos un buen artículo en un periódico y éste ya se perdió. En otros momentos vemos una mesa redonda en TV en canal Once y nos parece genial. A la semana no estamos seguros de cual fue su conclusión. Las mesas redondas cambian de tema día con día. En un mes olvidamos tema y conclusiones totalmente. En radio escuchamos consejos muy buenos, como realizados especialmente para uno y algunos, en base a repetición, se va quedando. Probablemente no cambió nuestro comportamiento o nuestras actitudes pero nos hizo pensar.

Concluimos que poco a poco las circunstancias cambian. Con el paso del tiempo alcanzamos a tener algo de más información, con eso se toman más decisiones.

Algunas son correctas. Algunas no.

Y sí, viéndolo bien, hay muchísima información allá afuera. Había, hay y habrá. “Las Mujeres son de Venus, los Hombres son de Marte” de John Gray (que una ocasión leí que se firma con un doctorado, así: “PhD. John Gray”, y que su doctorado lo consiguió, ¡por correspondencia!), “El Manual de la Perfecta Cabrona”, de Elizabeth Hilts, y un gran etcétera, cuestión de ir al Vips o al Sanborns en su sección de libros de superación o de automotivación. Yo no sé si las personas que lo leyeron sí lograron cambiaron, si las personas que lo leyeron dejaron de cometer errores, etc. No lo sé, la verdad.

Con la situación actual en momentos que escribo esto de que estoy buscando desvergonzadamente por Internet direcciones de personas a quien mandarles el libro 1, me he encontrado con lugares bastante interesantes. Ya hablé de la legitimidad de que promover mi libro a través de mensajes de correo no es enviar un spam propiamente.

No estoy vendiendo algo, etc. Estoy entregando un libro entero lleno de información. ¿A cambio de qué? A cambio de buena voluntad.

Bueno, el caso es que uno de esos lugares notables en Internet es uno dedicado al género femenino. Y tiene un foro de participación. Traen muchos temas en el cual las cibernautas, minimamente son los cibernautas, son las que exploran sus ideas, sus dudas, sus circunstancias, sus mismas pretensiones y deseos.

Se leen las preguntas, los comentarios. Como de alguna manera se percibe el verdadero sentir y su sinceridad, determinas que lo que lees es cierto. Puede que concluyas al llegar a determinado tema que, en estos tiempos y habiendo tanta información las personas siguen cometiendo errores. Bueno, eso es natural en cualquier caso. En el madurar se están tomando mil decisiones, no todas serán correctas.

Es mucho pedir acertar en una decisión cuando no se tiene toda la información.

Ya hablaremos de los foros mas adelante, sobre todo en lo que nos incumbe.

Volviendo.

La incertidumbre es la que nos rodea. No podemos controlar nuestras vidas, a lo que podemos aspirar es solamente a tener un cierto grado de certeza de que no nos equivocamos. Pero eso sólo estamos hablando de grados.

No equivale a poseer un verdadero control del ambiente que nos rodea.

· Te pueden despedir mañana.
· Tu candidato podrá perder la semana siguiente. O perdió.
· Tu equipo de fútbol fallará ese penal tan importante. O lo falló.
· Tu familiar se puede enfermar de algo que sea terrible. O se enfermó.

O

· Ganarás el Melate en cuatro aciertos.
· Ganaste un reproductor MP3 en la fiesta de la oficina.
· A tu amigo le dieron una beca para estudiar en España.
· Ascendieron en su trabajo a tu hermano.

Muchas de estas circunstancias son ligeras, otras triviales aunque nos parezcan muy importantes en ese instante en nuestras vidas; otras quedan en el área de lo trágico y otras en el área de lo genial.

Es la actitud de cada quien la que te lleva a reaccionar contra las mil posibilidades en contra. Y es la actitud de cada quien la que te lleva a estar alegre, contento o contenta y optimista.

Pero tomando la parte en contra, que forma parte de las mil vicisitudes de la vida, esa es la que te tiene que encontrar fuerte. A la vida, a lo que entendemos por vida no le interesa nuestro bienestar. A final de cuentas somos nosotros los que buscamos y muchas veces encontramos, ese bienestar en la vida. Lo hacemos a través de estudio, de actitud, de saber aprovechar las oportunidades, etcétera.

En muchas ocasiones también no sabemos que sucede alrededor y perdemos el control.

El control en el trabajo, el control en política, el control en nuestra salud, el control en las relaciones interpersonales.

No hay quien te pueda explicar del todo. Ni la religión, ni tus padres, ni tus mismos amigos, ni tus mentores, ni tus compañeros de escuela o de trabajo.

La gente recurre a los medios como ya dije, a los libros.

Y he aquí que en un momento determinado se llegue a la conclusión de que muchos de los libros que están allá afuera no satisfacen las expectativas de las personas.

Las personas de cierta manera TIENEN PREGUNTAS y buscan en la vida ALGO QUE SE LAS RESPONDA.

La gente allá afuera normalmente no tiene respuestas. Tiene algunas tal vez. Nunca tenemos TODAS las respuestas, me incluyo.

Buscamos en todas partes, con amigos, con la religión, en el horóscopo, con las adivinas, en las películas, en las telenovelas. Se dice mucho que la conducta de las personas la sacan de los medios, de su artista favorito o favorita, de su líder, de su cantante de moda.

Buscamos modelos de personas que admiramos para poder de ahí obtener modelos de conducta. Buscamos discretamente nuestra historia en las historias de otras personas. A veces las encontramos, a veces, las mas, no.

Eso no es error de nuestra parte o problema de carácter. Más bien es que no sabemos hasta muy tarde que no hay respuestas fáciles. Por eso incluso la gente cae en extremos (esa gente no lo ve así, tal vez piense que incluso es sólo un modo más de obtener información) la lectura de cartas y demás opciones de lo “oscuro” y “paranormal”. Es de lo más sencillo e instantáneo obtener las respuestas de esa manera.

Algo más caro, claro.

Es una más de las manifestaciones de la Ley del Menor Esfuerzo de la que ya hablaremos y de la que ya hemos hablado.

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